Cómo contar el paso del tiempo desde un jardín del conurbano
Texto escrito a pedido del portal TodoTeatroOK que dirige Sandra Comisso, publicado el 8/8/2022 VER
La obra la empecé a escribir hace
mucho tiempo. A veces pasa, se empieza a
escribir y se abandona para nunca más volver o para retomarlo algún día… Pero
en mi caso no abandoné porque me trabé o por decisión propia. Interrumpí la escritura de la obra - que para
ser honesta no es que estaba muy avanzada - porque falleció mi profesor y amigo
con quien empezaba a incursionar en el mundo de la escritura teatral y con
quien empecé a garabatear lo que hoy es Más
bello que la muerte: el inigualable Alejandro Acobino. El proyecto de escritura quedó suspendido
entonces. Pensar en ese archivo era pensar en Acobino, como esas cosas que
duelen al pensarlas y el corazón quiere
y no quiere ir hacia ahí y la mente custodia. Pasaron varios años, y el
recuerdo de Acobino, siguió siendo tristeza pero cada vez más acompañado de una
fuerza que me impulsaba a retomar la escritura. Tomé clases de dramaturgia con la actriz y escritora Luz Lassizuk y me
ayudó a sumergirme de nuevo en ese universo muy personal que años atrás había
visitado, y a nadar en él. Todo fluyó de
la mejor manera, con decididas brazadas, necesarias y fructíferas vueltas y de nuevo brazadas. Progresión y digresión.
¿Y cómo contar el paso del tiempo en un
jardín? Puse un matrimonio mayor: Son
los árboles añosos, guardianes y testigos de todos los paisajes. Árboles de tronco ancho, escamados grises y marrones,
de copa tupida, lujuriante y silvestre. No se ven sus raíces pero seguramente
serpentean enmarañadas en lo profundo de la tierra negra y fría bajo el manto
de otro mundo vital y permeable a las bondades de ese árbol.
Quería también contar lo efímero del vuelo de un
pájaro, o sobre la flor de un día, en definitiva de la belleza que se escapa.
Puse entonces la visita a este jardín y
al matrimonio, de un adolescente curioso,
sabio y de ingenua coquetería,
con preguntas que para este matrimonio serán respuestas.
El contacto con la naturaleza hace
más bello el pasaje de los humanos por la tierra. Nos conecta con algo
superior. No soy creyente, pero me gusta esa frase de no sé quién que dice “
Dios está en la naturaleza”. Ahí debe haber algo. No importa la individualidad si no la
especie. Las especies. Y si hoy hablamos de naturaleza no se puede esquivar hablar
del impacto del cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Entonces en
esta era antropocentrista nos encontramos que conectar con la naturaleza, observarla, nos corre del centro y nos enseña
sobre la vida, la muerte y alerta sobre
el mal que la especie humana le está haciendo a la tierra. De esto también habla “Más bello que la
muerte”, pero la verdad es que no me interesa desde el teatro adoctrinar, ni
bajar línea de nada.
Me gusta hacer teatro. Me gusta la
ficción.
Todo lo que puedo reflexionar hoy sobre de qué va Mas bello… puedo decirlo ahora porque el proceso de escritura y puesta en escena ya sucedió. Nada de esto estaba a priori. Cuando empecé a escribir solo tuve una imágen: el sol fuerte dándome en la cara, frunciendo el ceño. Los rayos del sol como pinchazos, ese sutil displacer que es también goce. La imagen generadora, que dispara un mundo. De ahí en más el juego. la escritura que fluye - a veces - y la progresión obligada y la digresión sagrada.
Para esto me refugié en mi familia
teatral. “De Carencia Virtú “ se llama
nuestra compañía ya quinceañera. Mi
compañera actriz Mac Auliffe esta vez
dirigió. Los actores para el matrimonio: Vizzotti y yo. Necesitabamos al joven y allí fuimos
por Osqui Ferrero. Nada pudo haber salido mejor.
Y por supuesto Riccobene nuestro
fiel asistente.
¿Lo tangible se verá? y ¿ y lo que
imaginé?
Mi poética y la poética visual.
Los roles de cada personaje como un
faro…
Lo sensorial. Fundamental en esta
propuesta.
Recurrir a los artistas para la
técnica con quienes ya hemos compartido
gratas y grandes experiencias: Mariano Dobrysz, Zypce, Gabriella Gerdelics,
Debora Zanolli…
¿Qué novela se harán los
espectadores?
¡Qué flash entendernos así con la Directora!
Es así y es una fiesta: La puesta
potencia al texto.
Mordimos el pastel
¡Nació una obra!
Puro placer.
Acobino allá lejos. Siempre en mi
paisaje cuando de escribir teatro se trata.
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