La cocina de mi mamá







Podría ser una pintura, la ilustración de un cuento de Beatrix Potter, un túnel del tiempo,
una caverna con ventana, un arbolito de navidad a la luz del día, o un templo.

Pero es la cocina de mi mamá.

Simple y compleja.

Un museo de objetos empecinados, con historias de arraigo o caprichosas.
Herencias y regalos.
En un rincón de la mesa o en el estante, migrantes torres de fuentes, platos playos y soperos,
en dudoso equilibrio , tan firmes en su lugar como un castillo de naipes.
No hay sistema en el sistema. Los espacios nunca son para siempre.
Ningún objeto podría adjudicarse un solo lugar.

Abajo de la mesa, otro mundo de recuerdos soberanos: 
Hay una canasta de mimbre barnizada que atesora algunas de las emblemáticas herramientas de mi papá: una tijera de podar, un serrucho, un martillo, un nivel de piedra, una espátula.

Al lado de esa canasta, circunstancialmente y para siempre , quedaron un par de botas de goma caña alta de lluvia, pesadas y enormes que él usaba cuando llovía o para regar en invierno o para salir a caminar después de la lluvia.

Hay una ventana con vidrios en relieve color ámbar. Un mosquitero que filtra el aire y la mirada.
Mi mamá extraña la época que no había mosquitero y podía " abonar" la tierra “
por la ventana” según su criterio e interpretación del '' compost".

El sol insiste a través de ese tul de alambre que permite ver y escuchar el murmullo de las hojas o cuando cae la lluvia plateada como una cortina de agujas.

Al pie de la ventana la mesa con la fuente ovalada siempre llena de frutas.
Tal vez, un morrón o cebollas. Y repasadores, de colores, curtidos, doblados o desprolijos. Muchos repasadores.

M mamá observa a través de la ventana la voluptuosidad del día, y se siente acompañada. Dice que las plantas la miran a ella. Que un picaflor la mira, o que esa flor que ayer no estaba hoy la saluda con sus colores.

Entro a la cocina y se me hace fruta a la boca por saborear el tiempo, los restos del ritual de cada nuevo día.

Sonia Novello, noviembre 2022

Texto publicado y editado en Damiselas en apuros 17/11/2022. Puede leerse aquí.












Comentarios

  1. Precioso. Gracias por compartir, Sonia.

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  2. Bello retrato familiar. Esas botas, ese mosquitero, dicen tanto.
    Soy Carmen Anton pero se ha pegado mi cuenta a la de mi amiga. Gracias x tu invitación.

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