VELORIO EN ZOOM


...Y hasta a un velorio virtual, asistí en esta cuarentena. Una especie de velorio, digamos. Se murió Tucho e hicimos un zoom con los compañeros y compañeras de la oficina para despedirlo, recordar anécdotas, historias y todo lo que le gustaba. 

A Tucho le gustaba mucho comer y sin tiempos. Podía desayunar café con leche con empanadas, y antes del almuerzo un par de medialunas o manotear el resto de la crujiente cremona que quedaba en la mesa de la cocina. (En esto último nos parecíamos). El era un tipo de trazo grueso.

Su aspecto rudo, corpulento y algo desgarbado en su andar, era imposible que pase desapercibido en cualquier situación. Era de rostro ancho y piel gruesa que le contenía los desmedidos cachetes y tenía mucho pelo, que alguna vez supo llevar hasta sus hombros en una salvaje melena. Y lo infaltable, el par de botones de su camisa explotados a la altura de su ombligo.

Era lo que se dice "un tipo de carácter". Orgulloso y celoso de su oficio, aunque podía ser el último en aparecer en las reuniones laborales, si no se dormía, tenía su firme opinión y conocimiento en lo que se le requería.

Le apasionaba pescar. Y como todo pescador tenía en su anecdotario sus pescados de boca inmensa y sus interminables historias ( no solo relacionadas a la pesca )

Le gustaban también los pájaros, llegó a tener diez jaulas con jilgueros. Admirador de Stephen King y de la literatura de ciencia ficción en general y policiales, releia una y otra vez los libros, si le habían gustado mucho. Y esto le pasaba seguido.
Él era así. Todo mucho. Tucho.

Bueno pero yo quería además, hablar del encuentro vía zoom. Fue hermoso juntarnos en una pantallita llena de cuadraditos habitados por cada uno de nosotros para conmovernos al mismo tiempo. Ni el confinamiento, ni la virtualidad impidieron sentirnos más cerca que nunca, para emocionarnos recordándolo, reir, y compartir creencias y dioses.

Hasta hubo una poesía de Juan Ortiz leído con lágrimas que eran un poema aparte. El poema hablaba de un río, de que la corriente le decía cosas que no entendía y que eso angustiaba.

Esta noche fuimos río y estuvimos con Tucho.

Esto sin pandemia no se consigue.


Sonia V. N. 2/10/2020






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