CRONICA DE UN MEDIODIA CUALQUIERA POR LA 9 DE JULIO


No sabía si era mujer u hombre. Era de color. De procedencia africana seguro. Tirada o tirado en el piso, boca abajo. Un policía le sujetaba ambas muñecas a la espalda. Ella/él inmóvil. Eran cinco los policías en total, muy ocupados en que no se escape. Nadie más alrededor, nadie más de civil. Bueno, yo que detuve mi marcha y me quedé pasmada mirando:  

-Qué necesita señora?

-Qué pasó? Por qué la tienen asi?


-Rasguñó a una señora


-...¿y por eso la…? 


- La señora se tuvo que ir a hacer un análisis


La levantaron violentamente entre los cinco, y la subieron a un auto de policía donde había otros dos policías. Ahí pude ver que tenía un short muy corto, y una expresión aterrada, que no me voy a olvidar jamás.

Era la Avenida 9 de julio, al mediodía y circulaba mucha gente. Esto fue justo en la vereda de un bar -  restaurant, con mesas en la vereda y hombres y mujeres almorzando. Cuando el auto arrancó, le pregunté a los que tenía más cerca que estaban almorzando, qué había pasado.

- Nada- dijeron. No hizo nada.

Retomé mi camino con la angustia y la impotencia de no haber hecho nada. Una pareja casi a mi par caminando. Ella le decía a su compañero:

- Cuando me robaron a mí le dí tantas patadas al tipo que cuando vino el policía me felicitó.

Me adelanté caminando y me dí vuelta para ver de qué rostro había salido ese comentario. Una señora. Una potencial señora rasguñada?

Sentí asco de la humanidad toda. Asco de mí que no pude hacer nada, que no se me ocurrió sacar el celular y tomar una foto, del rostro aterrado de la muchacha siendo llevada por la fuerza para ser metida en el auto de la policía. Quise preguntarle si necesitaba algo o si quería decirme algo. No me salió nada. Me quedé literalmente muda. Seguí mi camino con la cara deformada por el llanto. Llamé a una amiga experta en leyes para preguntarle qué debería haber hecho.

Lo único que puedo rescatar de todo esto. El aprendizaje de qué hay que hacer en estos casos:

Preguntarle a los policías a dónde la llevan, a cual comisaría. Esto es para poder avisar a alguna asociación de protección a inmigrantes.

Y la otra cosa importante, es - en lo posible - preguntarle el nombre a la detenida, para tener esa información al avisar a la asociación.

La tristeza es enorme. Qué importa la tristeza? Mi tristeza insignificante en este atropello de humanos contra humanos. Perdón mundo, estamos haciendo todo mal. 


Sonia V. N. febrero 2020



La foto es solo ilustrativa. No es representativa del relato,

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